El ciclo del girasol dura aprox. entre 120 y 150 días según la precocidad del cultivar. La temperatura base de crecimiento es variable según los autores entre 6 y 8o C variando las sumas de temperaturas entre 1600 y 1700o C. La floración se produce con una suma térmica aproximada de 850o C.
La tasa de formación del aparato foliar se incrementa gradualmente hasta el inicio de formación de los primordios de la inflorescencia. Las optimas oscilan en 20 - 25o C. Hay resistencia a frío: plántulas en estado de cotiledón han sobrevivido a - 5o C. Esta resistencia declina hasta el estado de 6 - 8 hojas y botón floral expuesto a 0o C, o menor resulto en plantas ramificadas y bajos rendimientos por destrucción parcial de la yema apical del tallo activándose las yemas axilares.
La temperatura afecta la formación de las hojas. Cuando ella se incrementa de 16.2 a 26.2o C), la tasa de aparición de hojas pasa de 0.5 a 0.73 hojas/día, la tasa de expansión de 6,43 a 4,95 cm2/día y su duración de 26 a 15,6 días.
La ocurrencia de temperaturas bajas determinan la formación de hojas mas divididas y con márgenes mas aserrados. También se producen variaciones en el ancho, largo y grosor de las hojas por el efecto de la temperatura.
El crecimiento del fruto y particularmente la acumulación de material de reserva en el embrión dependen estrechamente de la temperatura:
30/22 ºC 42 días
25/17 ºC 48 días
20/12 ºC 54 días
La tasa de crecimiento del peso seco y los máximos pesos del embrión y fruto entero se logran con temperaturas de 30/22 y 25/17o C disminuyendo con temperaturas bajas 20/12o C.
Temperaturas entre 18 y 22o C durante esta fase optimizan los rendimientos.
Con relación a la acumulación de aceite, las mayores concentraciones en el fruto de girasol se produce con temperaturas medias de 21 - 24o C y con alternancia diurna/nocturna de 18/13
y 21/16o C entre las fases de antesis y madurez fisiológica. Temperaturas superiores a los 35o C reducen el % de materia grasa en el aquenio, que solo puede ser del orden del 5 % si dichas temperaturas están acompañadas de humedades relativas del 90 al 100 %.
En cuanto a la calidad del aceite, esta bajo control genético, pero las temperaturas pueden afectar marcadamente los niveles haciendo variar la relación entre los distintos ácidos grasos. Altas temperaturas resultan en incrementos de oleico en detrimento de linoleico.
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