Desde ASAGIR advierten sobre los peligros que acarrea una práctica que podría poner en jaque la comercialización del producto.
Desde la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) advierten sobre los peligros que acarrea una práctica que podría poner en jaque la comercialización del producto. La firma de contratos previo a la siembra sería una posible solución.
La práctica de mezclar girasol linoleico con alto oleico es un riesgo que pone en peligro la comercialización del producto. Así lo advierte la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), quien recomienda cultivar, almacenar y entregar cada tipo de girasol por separado; a la vez que aconseja a los productores de alto oleico asegurarse un contrato antes de que se realice la siembra.
La Argentina se ha caracterizado por mucho tiempo en ser proveedor de aceite de girasol convencional (o linoleico). Sin embargo, en los últimos años, y por cuestiones vinculadas al cuidado de la salud y requerimientos especiales del sector industrial, creció incipientemente la producción del girasol alto oleico. A su vez, el medio oleico, patentado en Estados Unidos como NewSun, no se comercializa en el país aunque numerosos cultivares responden al tipo en determinadas condiciones ambientales.
Ante la diversidad de tipos de aceite de girasol, el mercado siempre es quien termina imponiendo sus preferencias. En el caso de uso doméstico, el consumidor no encuentra demasiadas diferencias entre uno y otro tipo de aceite a la hora de freír una milanesa o condimentar una ensalada. Pero los problemas aparecen en el sector industrial, en donde sí se requiere de un tipo de aceite específico para el procesamiento y elaboración de sus productos.
En ese sentido, las posibles mezclas entre granos de girasol convencional y alto oleico que pudiera realizar el productor afectan seriamente a la industria y hasta podrían ser finalmente rechazadas. Para evitar estos contratiempos, la recomendación de ASAGIR para los productores de girasol alto oleico es la firma de contratos previos a la siembra, que aseguren la colocación posterior de la mercadería.
De esta manera, se previene y se evitan los posibles inconvenientes a la hora de la comercialización del girasol alto oleico y se termina con prácticas que afectan directamente a la credibilidad del sector girasolero nacional, tan valorado por los compradores internacionales que confían en la calidad de los productos argentinos.