La rentabilidad, con respirador artificial

Una insuficiente baja en los costos, un dólar nominal que apenas repunta, un récord mundial de producción y una demanda afectada por la recesión son algunos de los factores que complican el panorama para el girasol. Pese a la menor oferta de divisas que habrá en 2009, el Gobierno mantiene las mismas retenciones de hace un año, cuando el aceite costaba 70% más, dice un informe elaborado por Jorge Ingaramo, economista asesor de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).
El trabajo recuerda que hace un año se llevaba la alícuota de las retenciones para el girasol al 32%, las cuales eran "razonables" con un precio de US$ 1.400 para el aceite en Rotterdam. Pero desde entonces el precio bajó 41%. "Dicho de otra manera, era 70% superior al actual y la carga fiscal no se ha reducido", explica Ingaramo.
Por ello y pese a la mejora de algo más del 5% en el tipo de cambio nominal, "los productores no esperan rentabilidad en esta campaña, debido a que no se redujeron los costos de implantación y protección del cultivo y, en muchos casos, los alquileres pagados tomaron en cuenta precios del cultivo (o de soja) muy superiores a los vigentes en los mercados de futuro", señala el informe.
Mientras tanto, aún faltan sembrar 450.000 hectáreas, el 73% de las cuales se concentra en el sur de La Pampa y el sudoeste y sudeste de Buenos Aires. La siembra se demoró, sobre todo, por la falta de humedad. Con todo, la preocupación se refleja en el mercado local, donde hay escaso entusiasmo por la semilla disponible, concluye el trabajo.