El Lic. Jorge Ingaramo, asesor económico de ASAGIR, detalla el proceso del que deriva el precio que reciben los productores argentinos por su cosecha.
Mucho se discute, a veces con insuficiente información, cuál es el precio que debería pagar la industria argentina de molienda de girasol. Generalmente los productores agrícolas piensan que se les paga menos de lo que deberían. El argumento es que hay pocos compradores localizados en distintas regiones y no existe una verdadera competencia por la originación de producto como sí sucede en el caso de la soja, producida (en su mayor parte) en el cinturón de 300 km que rodea a los puertos up-river del Paraná donde están localizadas las plantas industriales o una buena parte de ellas.
Es necesario tener presente que, para una producción normal de 2,5 millones de toneladas degrano de girasol, una parte mínima se exporta como grano tal cual y el resto se vende a dos destinos por partes iguales.
Uno de estos destinos es la industria del refinado que abastece mayoritariamente el mercado interno. Estas industrias estánubicadasen las zonas de producción de materia prima ocerca de las grandes concentraciones urbanas o en Rosario.
El otro destino es la demanda exportadora, que produce graneles para abastecer mercados mundiales, generalmente en países de ingresos medios y bajos.
Cada uno de los dos mercados mencionados tiene características particulares. En primer lugar, la demanda que abastece el mercado interno agrega más valor que la producción de granel exportable. Presenta el aceite refinado y envasado enlos mercados locales o loexporta (poco) a algunos países limítrofes, generalmente en condiciones de preferencia comercial. Este segmento estuvo regulado durante mucho tiempo y todavía está, provisoriamente, bajo un sistema de regulación pública, denominado Precios Cuidados. Este segmento es el que compra el girasol del NEA y de la provincia de Santa Fe, a veces pagando por las primicias un precio muy alentador, ya que debe ocupar su capacidad de planta y asegurarse materia prima para todo el año porque, si no lo hiciera, luego debería comprar con el sobrecosto de fletes largos. Esto es así ya que el grueso de la producción girasolera, que no es primicia, proviene de La Pampa o del sudeste, oeste y sudoeste de Buenos Aires.
Por otro lado, el segmento exportador de graneles está ubicado en la provincia de Buenos Aires, en los puertos del Sur. Nuestro país se ha transformado en un proveedor marginal del mercado mundial, donde nuestro principal competidor, Ucrania, representa el 54% de las exportaciones, en tanto que nosotros apenas aportamos el 6,8%. Recordar que en 2000 Argentina aportaba el 50 % del comercio mundial de aceite de girasol. La razón de este carácter marginal proviene de la restricción de ingreso al principal mercado formador de precios, que tiene demanda estable: la Unión Europea, cuyo precio de “referencia” se forma en mercados de contratos en firme, puesto en el puerto de Rotterdam. La restricción se debe a las casi nulas tolerancias a residuos de insecticidasen aceite crudo que no hemos logrado resolver.
El precio de Rotterdam lo aprovecha Ucrania, que accede sin problemas, tiene mayor proximidad y menor costo de flete. Este país sostiene -desde hace tiempo- una moneda fuertemente subvaluada y, para colmo, cuenta con una protección a la exportación industrial basada en un diferencial arancelario.
Por esta razón, los mercados que abastece la Argentina son de muy fuerte competencia. Se trata de países de ingresos medios y bajos, en los que hay que licitar el producto aceite a granel, puesto en puerto de destino, costo y flete. Por supuesto, el principal competidor también es Ucrania. Por eso, la formación del precio de paridad local del girasol está estrechamente vinculada a la capacidad de obtener dichos contratos, por parte de la industria exportadora. Tradicionalmente, Ucrania ofrece en base a un diferencial entre los valores FOB del Mar Negro y los precios puesto el granel en Rotterdam. Por lo general, es de un 8-10%.
El precio de girasol responde en un 85% al precio de su aceite, ya que las harinas tienen un valor muy inferior al de la soja.
Para decidir la base FOB de formación del precio que puede pagar la industria argentina, hay que tener en claro que el sector exportador define su posición compradora según los contratos que consiga, y que la mismano tiene vinculación con la demanda para el mercado interno, ya que esta industria - la del refinado- abastece el mercado interno.
Finalmente, la venta de las harinas está fuertemente condicionada a los descuentos de precios que se puedan hacer, principalmente cuando hay buena oferta de proteína de soja, de más alto valor nutritivo y –coyunturalmente- de bajo precio.
Cómo se determina la capacidad de pago de la industria exportadora?
La exportación estima su valor FOB promedio esperado en base a tres datos:
1. El precio en las posiciones futuras inmediatas en Ucrania (Mar Negro) que, como se dijo, es aproximadamente un 10% inferior al de Rotterdam.
2. El valor logrado por la venta de harina proteica en los mercados interno y de exportación.
3. Los rendimientos promedio esperables en la molienda.
Por ejemplo, al día 9 de febrero de 2016, para hacer posible ingresar en los mercados, el FOB más bajo de Ucrania era 780 U$S/tn; el FOB local para los pellets era de 150 U$S/tn y los rendimientos normales eran de 42,5 y 42% para aceite y harina, respectivamente. Normalmente, al FOB Ucrania hay que deducirle el diferencial de flete, dada nuestra habitual menor proximidada los mercados de destino(Egipto, China e India). La industria exportadora estima en 20 U$S/tndicho diferencial.
En base a lo apuntado, al 9 de febrero, el ingreso FOB por tonelada promedio de grano transformado en aceite y harina, es de 386 U$S/tn.
Para llegar a la capacidad teórica de pago, a este valor hay que deducirle 50 y 15 U$S/tn, en concepto de costo industrial y fobbing, respectivamente. Fobbing es el conjunto de todas aquellas actividades necesarias para llevar desde la puerta de fábrica al puerto el aceite a granel. Entonces, lo máximo que puede pagar la industria exportadora es 321 U$S/tn para el grano de girasol puesto en fábrica.
En la Argentina, el estándar de comercialización tiene una base del 42% de rendimiento de materia grasa por tonelada molida. Luego se otorga al productor una bonificación del 2% por cada punto adicional de rendimiento, por encima de la base. En el caso del sur de la Provincia de Buenos Aires, la bonificación promedioes del 11% -descontada la merma por eficiencia de extracción- ya que se ha demostrado que el porcentaje de materia grasa ronda el 47,5%. Es decir, 5,5 puntos por encima de la base (fuente: la industria local).
A este valor, antes de bonificación,de 289 dólarescorresponde deducirle, según datos provistos por la industria, los costos por servicios del corredor de granos, los correspondientes al impuesto a los créditos y débitos bancarios, el sellado de los contratos y un costo de intereses, por los aproximadamente 60 días que transcurren entre el egreso financiero (por compra de grano) y la liquidación de los dólares producidos por la venta externa. Esta deducción de aproximadamente un 3,11%, en total, nos lleva al valor neto de base que se le ofrece al productor, es decir unos 280 U$S/tn.
Finalmente, el nuevo gobierno ha establecido una política cambiaria denominada de flotación cambiaria, con casi nula intervención del Banco Central, por la cual es improbable acertar en el valor del Tipo de Cambio al momento en que se ingresen los dólares provenientes de la venta externa, lo cual agrega incertidumbre a la formación de los precios, ya que es difícil de estimar tal valor con 60 días de antelación.
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