ESPECIAL GIRASOL LA NACION Viento a favor para los números del girasol
11 de Octubre de 2012
El área sembrada alcanzará las 2 millones de hectáreas, y la caída de la producción en Europa oriental favorece las exportaciones locales.
El área sembrada alcanzará las 2 millones de hectáreas, y la caída de la producción en Europa oriental favorece las exportaciones locales. Así, el “negocio girasol” argentino representaría unos 2500 millones de dólares.
Por Jorge Ingaramo, asesor económico de ASAGIR
Datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires expresan un incremento del área sembrada en 140 mil hectáreas. Con esta cifra, la implantación nacional alcanzaría las 2 millones de hectáreas, una cifra ampliamente superior al 1,25 millón al que había caído entre las siembras de 2007 y 2009. Si a dicha cifra agregamos que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos prevé una producción de 4 millones de toneladas, podemos afirmar que el girasol se recupera lentamente, aún después de afrontar una caída del 28 % en la campaña 2011/2012.
Entre los factores que permiten explicar este incremento se encuentra la buena resistencia del cultivo en años “Niña”, que afectan particularmente al maíz y la soja, como ocurrió en el noreste argentino en la última campaña. Eso explica que en esta región se haya registrado una fuerte mejora en la intención de siembra, propiciada por la necesidad financiera de los productores de hacerse de recursos líquidos en el mes de diciembre. En este sentido, el cultivo funciona como uno de invierno, comparable al trigo o a la cebada en la región Centro-Sur del país.
Asimismo, los rendimientos han mejorado, e impulsan una mejora en la intención de siembra. Sin computar dos campañas en las que no se registraron lluvias en el período de siembra, puede afirmarse que hay una mejora del 17,4 % entre el promedio 2005/06 y 2007/08, y las dos últimas campañas, ya que se pasó de 1678 a 1970 kilos por hectárea.
La escasez mundial de aceites vegetales también alienta la expansión del cultivo. Se sabe que el precio del girasol está relacionado en un 85 % al valor de los aceites y, si bien nuestro país no accede a los mejores valores de la Unión Europea (dadas las altas exigencias de dicha Unión en materia de residuos de agroquímicos), seguramente se beneficiará por los altos valores internacionales actuales y esperados.
En el plano internacional, la producción mundial de girasol caerá de los 39,1 millones de toneladas de la campaña 2011/2012 a 34,8 millones de toneladas, lo que representa una merma del 11 %. Si bien en la campaña pasada hubo récords productivos para el girasol tanto en Rusia y Ucrania como en la Unión Europea, y se temía que la oferta continuara creciendo, la sequía en Rusia y diversos problemas climáticos o de gestión de recursos hídricos generaron que las estimaciones para la campaña 2012/2013 tiendan a retornar los niveles históricos promedio.
En detalle, las bajas más importantes se adjudican a Rusia (pasará de 9,6 a 6,7 millones de toneladas, un 30,4 %), Ucrania (- 10,5 %) y la Unión Europea, cuya producción se reducirá en un 15,5 %. En paralelo, el mercado de los aceites presenta una marcada estrechez de oferta, ya que la molienda cae un 0,8 % en la comparación interanual. El aumento en las exportaciones de aceite de palma (pasará de 38,8 a 40,3 millones de toneladas) compensa la magra performance que tendrán la producción de los aceites de girasol y canola. En soja, no hay una caída interanual importante.
El consumo mundial de los nueve principales aceites subirá un 2,7 %, frente a una producción que apenas lo hará al 0,2. Esta diferencia, que es de casi 4 millones de toneladas, se refleja en la digestión de stocks, que cae en conjunto un 18,7 %. Puntualmente, la producción de aceite de girasol caerá 10,8 %, mientras que su consumo subirá un 1,8 y se reducirán las exportaciones en un 8,9 %, principalmente desde el Mar Negro.
Esto repercutirá positivamente sobre nuestra situación, ya que la Unión Europea, principal importador mundial con el 21,2 % de la demanda, comprará un 15 % más de nuestro aceite, es decir unas 150 mil toneladas adicionales. Como consecuencia, Argentina exportará 1,05 millones de toneladas de aceite de girasol, es decir un 7,1 % más que el año pasado, y mejorará así su participación en las ventas mundiales totales, al pasar del 15,4 al 18 %.
En materia de precios, la compulsa interanual de los aceites expresa una caída en los valores medios de Rotterdam del 15,3 % para el aceite de palma, del 9,6 para el de canola, una caída del 5,9 % para el de soja, y tan sólo un 2 % para el de girasol, de modo que sale favorecido a raíz de su escasez relativa. De igual manera, si se compara el precio medio de agosto con el de julio se observa que mientras el aceite de palma cae un 3 %, hay un alza del 3,3 % para el aceite de girasol, y tan solo del 1,6 y 1 % para los de canola y soja, respectivamente.
Como resultado, el “negocio girasol” argentino representaría, a los precios actuales, aproximadamente 2500 millones de dólares de movimiento económico, considerando también en este cómputo un consumo interno del 31 % del aceite producido y del 45 % de la proteína vegetal que se vende como pellets.