Las cuatro cadenas por cultivo despidieron el año con un llamado a afianzar las relaciones del sector público y privado para “la atracción y concreción de mayores inversiones”.
Las cuatro cadenas por cultivo despidieron el año con un mensaje de optimismo y un llamado a afianzar las relaciones del sector público y privado para “la atracción y concreción de mayores inversiones”.
Las cuatro cadenas de cultivo de la Argentina, ACSOJA, Argentrigo, ASAGIR y MAIZAR, organizaron este miércoles 30 de noviembre un cocktail de fin de año que contó con la participación del secretario de Agricultura nacional, Lorenzo Basso y los subsecretarios Oscar Solís y Alejandro Lotti.
Allí los titulares de las cuatro entidades remarcaron que para concretar los objetivos que se propuso el PEA “se requiere que la relación público-privada genere las condiciones para permitir la atracción y concreción de mayores inversiones”.
Indicaron que la Argentina se encuentra ante una inmejorable oportunidad para suplir parte de la demanda creciente de cereales, aceites, harinas, proteínas, carnes y sus derivados, así como fibras y biocombustibles a través de las cadenas de valor. Estas cadenas generan en su conjunto el 36% del empleo, el 19% del PBI, el 44% de la recaudación impositiva y el 55% del valor de las exportaciones a nivel nacional.
Las cadenas llamaron a alcanzar “acuerdos de largo plazo”, para que “todos” los sectores que las componen expresen su potencial de producción e inversión. “No se lograrán los objetivos mencionados si la ecuación es de suma cero”, indicaron.
Reconocieron la iniciativa del Ministerio de Agricultura de acelerar los procesos de aprobación de nuevos eventos biotecnológicos, así como el trabajo de posicionamiento de los productos argentinos en los mercados mundiales.
Sin embargo, enumeraron varios temas pendientes: la resolución del reconocimiento de la propiedad intelectual en trigo y soja (para lo que apoyaron “el tratamiento legislativo de la modificación de la Ley de Semillas”), la reactivación del sistema ferroviario y fluvial de cargas, la estimulación de la incorporación de las gramíneas en la rotación por su aporte a la fertilidad física y química de los suelos y revertir el impacto negativo que el sistema de ROEs tiene sobre la comercialización de trigo y maíz. “Los ROE´s no funcionan como un registro, sino como licencias no automáticas que provocan interferencias e incertidumbre que se traducen en sobrecostos en las cadenas y desestimulan el aumento de producción”, criticaron.
A su vez, expresaron que “la paulatina adecuación de la política tributaria, modificando la ubicación de la carga impositiva, corrigiendo inequidades y distorsiones, inducirá a que se aplique el mejor paquete tecnológico disponible, con un aumento sensible de la producción, manteniendo e incrementando la competitividad de la agroindustria argentina”.
Cadena por cadena
Durante el encuentro, el presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA), Miguel Calvo, manifestó que “una vez más, durante el año transcurrido, los integrantes de la cadena de la soja, desde el agricultor hasta el científico o el industrial, han invertido fuertemente en el país”.
En opinión de Calvo, este accionar generó confianza, empleo, impuestos pagos, oportunidades, desarrollo e ingreso de divisas a lo largo y a lo ancho de toda la Argentina. “Hacemos votos para que durante 2012 los integrantes de la cadena, y a través de ella la ciudadanía toda, puedan aprovechar aún más la demanda global de alimentos y biocombustibles, aumentando de esta forma la enorme contribución al desarrollo y bienestar argentino. Paralelamente, despedimos al señor ministro de Agricultura, Julián Domínguez y su equipo, reconociendo su gestión. Esperamos que las nuevas autoridades continúen la senda del diálogo y se logren soluciones a los problemas del sector y se puedan satisfacer nuevas oportunidades y demandas”, dijo.
El presidente de la Asociación Argentina de Trigo (ARGENTRIGO), Santiago Labourt, destacó la necesidad de recuperar el potencial de la cadena del trigo, “para lo cual es necesario modificar el sistema de comercio vigente”.
“Tenemos mucha expectativa en el crecimiento de la cadena. Pero necesitamos reglas claras que generen confianza”, dijo.
El presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), Alberto Morelli, no dudó en revelar que todos los eslabones de la cadena del maíz y del sorgo vienen mostrando un crecimiento sostenido. “La industria de etanol ya es una realidad y este año el área sembrada y la producción de maíz y sorgo alcanzarán un nuevo récord”, apuntó.
“Para continuar con este crecimiento, creemos indispensable abrir en forma permanente las exportaciones, ya que la campaña 2011/12 generará un volumen de oferta nunca antes visto, que permitirá abastecer la creciente demanda, tanto interna como internacional”, concluyó.
A su turno, el presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Ricardo Negri, destacó que el girasol está demandando incrementar su competitividad, “objetivo que será viable con mayor innovación tecnológica y su correspondiente adopción, además de equidad tributaria. La rusticidad de este cultivo lo convierte en alternativa también para ambientes menos favorables donde las expectativas productivas son sensiblemente menores. Una paulatina disminución de los Derechos de Exportación será crítica para hacerlo viable en esas zonas”.
Por último, Negri mencionó la necesidad de contar con una fuerte participación del Estado en la coordinación de esfuerzos, a nivel nacional y provincial, que permitan revertir los daños por paloma y cotorra en los cultivos.