La visión de la industria en cuanto a la verdadera potencialidad de la Argentina

Cuatro empresarios ligados al cultivo de girasol se sentaron en una mesa a debatir las posibilidades reales del cultivo. Mercados, competencia con Ucrania, retenciones y pesticidas ligados a la pérdida de uno de nuestros principales clientes –la UE- fueron algunos de los temas tratados.

¿Realmente hay que seguir haciendo girasol en la Argentina?, disparó ante la mesa de industriales el moderador Rodrigo Ramírez.

Vladimir Barisic (Oleaginosa Moreno) rápidamente tomó la posta y respondió: “Desde ya que lo vemos con optimismo, pero tenemos que actuar para volver a exportar el aceite de girasol. Llevarlo a ser competitivo frente al mundo. Hay que buscar la unidad. Y tratar de reducir las retenciones”.
 

Barisic agregó que “otro punto muy importante es que Argentina era muy competitivo en el mercado europeo y ahora dejó de serlo por un tema de pesticidas. Esta barrera pararancelaria nos alejó del mercado europeo, pero deberíamos poder volver a competir en este mercado. Usar pesticidas con bajo poder residual. Por la pérdida de este mercado también perdimos otro de referencia, como Rotterdam. Hoy no podemos dar precios forward, es muy difícil. Por eso debemos mejorar la calidad de nuestro girasol”, enfatizó.
 

Andrés Iolster (Cargill) tomó la posta referida a los pesticidas y recordó que el mejoramiento tecnológico y de calidad -sobre todo en cuanto al uso de pesticidas- es muy difícil de aplicar con la desventaja arancelaria que tenemos con nuestros competidores. Con 32% de retenciones, por más esfuerzo que se haga será muy difícil.

La esperanza quizás pueda provenir desde el mercado de los aceites, sobre todo por biodiesel. De todas formas, el puntapié inicial debería venir del lado del gobierno, porque es muy difícil convencer a las empresas semilleras de que inviertan y mejoren en tecnología si cada año se compran menos semillas”.
 

Y agregó: “Una solución sería usar pastillas de fosfina en silobolsa, en pos de mejorar el tema de pesticidas, porque el mercado europeo es prácticamente el único que está dispuesto a pagar un diferencial. Por eso sería crucial recuperar este mercado. Otra opción sería usar fosfuro de aluminio, que tiene bajo poder residual”.

Rodrigo Ramírez disparó de nuevo y preguntó: ¿Quién tiene que cumplir el rol de meterse con la política?

Santiago Sánchez (AGD) primerió: “Creo que ASAGIR lo ha intentado. Creo que el alto oleico puede marcar un diferencial con Ucrania que viene rezagado. El gobierno debería concientizar que el consumo interno es de 400 mil toneladas y, si sigue cayendo el área, podría peligrar el abastecimiento local. La relación de la industria con el gobierno tampoco es la mejor, se hace lo que se puede”.
 

Jorge Domínguez (Molinos Río de la Plata) sugirió “tener en cuenta también la pérdida de puestos de trabajo que se podrían generar. Creo que a nivel de los funcionarios de carrera se entiende esto perfectamente, que el girasol quedó pegado a la soja, pero falta una decisión política. ASAGIR tiene que seguir insistiendo en comunicar qué es lo que pasa”.

Santiago Sánchez (AGD) comentó que “estuvimos trabajando junto a la gente de AACREA con el mismo objetivo de conseguir una baja en las retenciones, pero no veo que otra cosa podríamos hacer con los productores más allá de apoyarlos y sumar el poco contacto que podamos tener con la política.
 

Andrés Iolster (Cargill) agregó que “sería bueno tener flexibilidad en cuanto a la tolerancia del Senasa con respecto a los insectos en plantas en puertos. Hoy en el mundo se tolera muchísimo más la presencia de insectos que de pesticidas”.
 

Por su parte, Domínguez (Molinos Río de la Plata) reiteró que “uno de los problemas del cultivo es que tiene una distribución geográfica que hace que no haya un mercado concentrador, como el de Rosario para soja. Esto resulta exasperante para el productor por la diversidad de precios. La competencia es feroz porque las fábricas trabajan al 50% de su capacidad. Esta fábrica sale y paga lo que es impagable para cubrir los costos. Los costos hoy de transformación llegan en algunas fábricas a los 50 dólares por tonelada. Como hay diferentes precios y no hay forward porque el mercado es mucho más líquido (la producción de girasol en el mundo es la mitad de la cosecha argentina de soja, por ejemplo), no hay un precio unificado”.
 

El ejecutivo agregó que “el tema de la pizarra es conflictivo por las operaciones a fijar y esta campaña está bajando esta modalidad. Evitar la entrega de mercadería a fijar es una de las piezas claves para obtener mejores precios, teniendo en cuenta la gran competencia de la fábricas por hacerse de mercadería física”.

¿Cuál sería la quita en las retenciones para mejorar la competitividad? Preguntó entonces el moderador.

Domínguez respondió rápido. “Volverlo al 20% para el grano y 17% para el aceite en pos de compensar el 12% de retenciones que tiene Ucrania. Otra opción sería reducirlas a la mitad, el costo para el gobierno nacional sería de 60 M de dólares, pero si tuviéramos mayor cosecha la recaudación impositiva sería también mayor”.

El cierre del bloque estuvo a cargo del presidente de ASAGIR, Ricardo Negri, quien destacó “hemos atacado por todos los frentes sobre el tema de retenciones, a nivel ministerio, a nivel legisladores. Hay un problema político y por eso hago una invitación a todos los que tengan un contacto o una idea para que nos ayuden. Y, además, tomo la brillante idea surgida en este debate de invitar a los representantes del gobierno a nuestras reuniones y no siempre estar nosotros golpeándole la puerta”.
 

Con respecto al tema comercial, Negri reconoció que “trae discusiones incluso dentro de ASAGIR, pero lo cierto es que el tema es muy complejo, y la cadena trata permanentemente de alinear todos los intereses en pos de una mejora general”.
 

Finalmente, el titular de la entidad organizadora del 5to. Congreso Argentino de Girasol recordó que “se está reflotando como tema de trabajo la cuestión de los pesticidas. No discutimos si es pararancelario o no, nuestros compradores quieren cero pesticidas y nuestro deber es ofrecer esto”.