A pesar de un aceptable valor del rendimiento de indiferencia para productores propietarios, la reducción de costos no estimula la siembra. La implantación esperada se ha vuelto a reducir. La Argentina no pudo aprovechar la “ventana de oportunidad” previa al ingreso de la cosecha del Hemisferio Norte. A nivel local, el mantenimiento de un tipo de cambio casi fijo, de un elevadísimo gasto público y de la consiguiente restricción fiscal (que confirma el Proyecto de Presupuesto 2010), es signo evidente de creciente complejidad macroeconómica, principalmente para los sectores exportadores.
Informe del Lic. Jorge Ingaramo, economista asesor de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).
La Bolsa de Cereales estima una reducción adicional a 2,05 millones de hectáreas del área sembrada de girasol, de las 2,2 millones proyectadas originalmente. De concretarse, sería un 6,7% inferior, tanto respecto del promedio de las últimas cinco campañas, como de la estimación inicial. Las lluvias de los últimos días no fueron lo suficientemente abundantes en el Norte de La Pampa, ni en el Noreste del país. En Chaco, hubo lluvias de buena intensidad hacia el Centro-Norte de la provincia, mientras permanece la sequía en el Este de Santiago del Estero. En el Centro-Norte santafesino la siembra está prácticamente concluida.
Si se compara la intención de esta campaña con la inicial de 2008-09 (antes de la seca), la reducción es de casi 500.000 hectáreas, resultado del desánimo de los productores, vinculado al menor precio internacional y a la discriminación que sufren el cultivo, en la política tributaria nacional, y los productores pequeños y medianos en el otorgamiento de compensaciones (como las dispuestas para los maiceros y trigueros). El único aliciente a una buena siembra lo constituye la reducción de los costos de implantación y protección del cultivo, que la misma Bolsa estima en casi un 40%. Dicha baja debe ser relativizada, como estímulo, ya que también se produjo para cultivos competitivos con el girasol, cuyo trato tributario se ha visto mejorado.
Puede decirse que, pese a las malas noticias que ha recibido el productor, el rinde de indiferencia, según las distintas zonas del país, oscila entre los 10 y 12 qq/ha. Este indicador debe ser analizado cuidadosamente, ya que es útil únicamente para propietarios, al computarse como la cantidad de quintales, medidos por el ingreso neto (luego de los gastos de transporte y comercialización) que hacen falta para cubrir los costos directos. Es decir que no se consideran ni los gastos de estructura de la explotación, ni los alquileres o costo de oportunidad de la tierra. Para un rendimiento promedio nacional de 17 qq/ha, el valor de indiferencia es relativamente alto, no así para los productores que han adoptado tecnologías más eficientes, cuyo rinde esperado promedia los 21-22 qq/ha.
Mercado internacional
El Economista Jefe del FMI estima que la economía mundial crecerá 4,2% en 2010, lo que permite suponer una salida bastante rápida de la crisis. China, con el 10% de suba, lideraría la recuperación, que sería más lenta en los países desarrollados, aunque, por ejemplo, hoy se conoció que Francia ya estaría saliendo de la recesión.
Si se considera que aún en medio de las dificultades actuales, según el USDA, el consumo de los nueve principales aceites aumentará el 4,4% en 2009, puede decirse que el panorama luce favorable ante una eventual confirmación de los pronósticos del FMI. Seguramente se re-estimarán las demandas, principalmente de países de ingresos medios que fueron más afectados por la crisis.
Mientras tanto, la paridad Dólar-Euro indica la debilidad de la moneda norteamericana, asociada con un bajo rendimiento de los Bonos del Tesoro. Estas variables, habitualmente inducían una revalorización de las commodities (que cotizan en dólares). En aquellas en las que hay importante actividad especulativa, la evidencia (que se confirma en la reunión del G-20) de una actividad regulatoria tendiente a evitar la formación de burbujas, está manteniendo a las cotizaciones con dos características: a) muy volátiles, es decir, desalientan la especulación en un sentido o en otro y b) bajas, o sea, desvinculadas a la devaluación del Dólar. Está claro que la soja en Chicago y el precio del barril de petróleo WTI tienen valores inferiores, dada la depreciación de la divisa norteamericana.
El precio del aceite de girasol en Rótterdam es de U$S/tn 800 y sube a U$S/tn 855, para contratos de abril-junio de 2010. El principal mercado mundial, la Unión Europea, está siendo abastecido por la nueva cosecha proveniente de Ucrania y la Federación Rusa, que venden su producto con un precio que revela el éxito de su cosecha. Nuestro aceite tiene descuentos del 5,8% y del 5%, con respecto a los de canola y soja, respectivamente. Dichas quitas se reducen sustantivamente, si se consideran las posiciones del segundo trimestre de 2010.
De esta manera, se pone en evidencia, que la Argentina no pudo aprovechar su carácter de país con oferta de contra-estación, tal como era habitual en años anteriores, ya que la “ventana de oportunidad” que habitualmente se presenta en los meses de junio-agosto se vio restringida por la abundancia de la oferta proveniente del Mar Negro, a raíz de una cosecha récord, como fue la 2008-09.
Mercado local
El envío del Proyecto de Presupuesto 2010 al Congreso echa luz sobre la fuerte restricción fiscal que enfrenta el Poder Ejecutivo Nacional, a raíz del sostenimiento de un elevado gasto público, en el marco de una limitación tributaria con dos fuentes: menores exportaciones (40% de caída en agosto, por ejemplo) y menores recursos de impuestos internos, por la caída del 4% en el PBI. El Ejecutivo pretende un aumento del 12,3% en el gasto primario y del 17% en la recaudación, en 2010. Con una pauta inflacionaria del 6,6% y un valor del Dólar de 3,95 pesos y existiendo fuerte incertidumbre sobre la capacidad para reducir subsidios al sector privado (totalizaron M$ 4874, sólo en agosto, muy por encima de lo presupuestado), no caben dudas sobre la escasa vocación por resignar ingresos, independientemente de lo atinado que pueda ser incrementar un 14%, medidos en dólares, los ingresos públicos. Vale decir que no hay dudas de la necesidad fiscal, en orden a sostener un gasto que crece aún por encima de la pauta inflacionaria. Naturalmente, las tasas de interés no van a bajar en este marco y se comenzarán a observar problemas de competitividad, principalmente en el sector exportador.
Así las cosas, la SAGPyA fijó en U$S/tn 775 y 745 los valores para el aceite de soja y de girasol, respectivamente. En el término, el valor del girasol disponible es de U$S/tn 195 y, con un mercado lateral, la posición marzo es de U$S/tn 212. En Necochea, la industria pagó $/tn 715 y $/tn 710 en Bahía Blanca. En los mencionados puertos del Sur, la oleaginosa cotiza con entrega y pago en marzo, a U$S/tn 200, un valor similar al que obtienen los productores, en los puertos del río Paraná, pero con entrega y pago en diciembre-enero.
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