ASAGIR solicita una reducción de, al menos, 13 puntos en los derechos de exportación que recaen sobre el cultivo. La medida tendría un impacto de sólo 1,4% en la recaudación por retenciones. En la última campaña, la producción nacional de girasol cayó 48%. En muchas regiones, la oleaginosa es la única opción agrícola de cosecha gruesa.
La cadena de valor del girasol ve con gran preocupación la discriminación con la que se viene tratando a la oleaginosa. En la actualidad, la competitividad del cultivo es seriamente afectada por la vigencia de Derechos de Exportación de 32%, visiblemente superiores a los que existen para trigo y maíz. Por esta razón, desde hace algunas semanas, los miembros de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) han comenzado a mantener reuniones en distintos ámbitos de discusión para que el cultivo sea tenido en cuenta en los debates.
De la campaña 2007/2008 a la 2008/2009, la producción nacional cayó el 48%. Sin embargo, en muchas regiones del país, el girasol constituye la única opción agrícola de cosecha gruesa, siendo el elemento clave que mantiene la sustentabilidad de la explotación y el motor de la economía regional (algo que puede verse en distintas áreas del Chaco, San Luis, La Pampa y Buenos Aires).
Desde la Asociación Argentina de Girasol creemos que el cultivo, sobre el que hoy recaen un 32% de retenciones en la semilla y un 30% en el aceite, tiene el suficiente peso en el complejo agroexportador y en la generación de divisas como para formar parte de la agenda de discusión de rebaja en las alícuotas. Por eso, solicitamos se reduzcan en, por lo menos, 13 puntos las retenciones al cultivo o se le dé el mismo trato impositivo que al trigo y al maíz. La reducción solicitada impactaría en apenas el 1,4% en la recaudación total por derechos de exportación.
¿Cómo impactaría la reducción en el fisco?
La prestigiosa publicación alemana Oil World prevé que la producción argentina de girasol en la campaña 2009/2010 sea de 3,75 millones de toneladas. Actualmente se obtienen exportaciones por 1007 millones de dólares que, con retenciones del 30%, dan una recaudación de 302 millones. La cifra surge del empleo de coeficientes industriales de los últimos tres años y de tener en cuenta que la industria muele el 100%, y las proyecciones indican que se mantendrá el consumo interno de aceite y harina, que, a precios FOB SAGPyA del 30/06/09 (de U$S/tn 770 y 140, respectivamente).
Desde ASAGIR, pedimos, por lo menos, igual trato que al maíz, o sea 20% de Derecho de Exportación (DE) para materia prima y protección de un diferencial de 3% para Valor Agregado industrial, o sea 17% de Derecho. La recaudación caería 130 millones de dólares, es decir, unos 495 millones de pesos (cifra poco significativa de impacto en las finanzas públicas). Además, el efecto será parcialmente compensado por los incrementos en Ganancias, IB, impuestos a los débitos bancarios, etc.
En 2008, se recaudaron, en concepto de Derechos de Exportación, 36.055,33 millones de pesos. El 63% correspondió a DE del Complejo Agroindustrial. Los DE correspondientes a girasol grano y subproductos, representaron un 4,72% de la recaudación total por DE. De allí que una baja de 13 puntos para el girasol implicaría una reducción en la recaudación de sólo 1,4%.
La importancia del girasol
El girasol es un producto del cual la Argentina es uno de los cuatro grandes productores mundiales, es el segundo exportador de aceite y, hoy, líder en Ciencia y Tecnología en el mundo. Toda la cadena e incluso el Estado han invertido mucho dinero durante la última década para que la tecnología en girasol del país sea una de las más avanzadas del mundo (sólo en los últimos 3 años ASAGIR y la ANPCyT invirtieron 1,5 M de pesos en investigación).
En razón de su rusticidad y adaptación a diversidad de ambientes, el cultivo es sembrado en áreas donde el suelo y/o el clima condicionan severamente la productividad, donde otros tienen más limitada aún la posibilidad de desarrollar y crecer. Allí el girasol se constituye en una de las pocas opciones disponibles.
En esos campos, el productor no puede aspirar a más de 14/15 quintales, menos aún en años de clima adverso, razón por la que el girasol debe tener un trato diferencial y no debe ser considerado en términos similares a otros cultivos, cuyos precios y demanda son traccionados en forma diferencial.
Paralelamente, y en cualquier zona agrícola-ganadera del país, el girasol constituye una opción en términos de rotación particularmente útil cuando desocupar un lote temprano es una condición para la siembra de pasturas o verdeos en planteos mixtos.
La actual coyuntura de precios internacionales de aceites en baja, valores que definen el precio pagado al productor (el girasol es básicamente aceite para consumo humano) coloca a este en una situación de producir para no ganar.
Hoy, la participación de la Argentina en el mercado mundial, es gravitante. Nuestro país exporta el 3% del total de grano, el 34% de la harina y el 32% del aceite que se consume globalmente. Sin embargo, el consumo local en relación al mundo es bajo: 5% de la harina y 4% del aceite. El consumo local de aceite es el 25% de lo que se produce en el país. Equivale a 9 litros/habitante/año.
ASAGIR, al igual que otras Asociaciones que representan Cadenas de Valor, tiene la visión más acabada y real sobre la situación del producto, independiente de intereses estrictamente sectoriales. Por esta razón, nos ponemos a disposición a la hora de desarrollar las políticas más acordes para el cultivo, por ende, para la agricultura argentina y el país en su conjunto.
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